La producción sostenible de silicio en la industria metalúrgica es esencial para reducir el importante impacto ambiental. Tradicionalmente, el silicio se obtiene a partir de sílice y carbono a altas temperaturas, un proceso que consume mucha energía y que también emite grandes cantidades de CO₂.

Sin embargo, las iniciativas recientes se han centrado en mitigar estos impactos. Se están aplicando tecnologías emergentes, como el uso de energías renovables y el reciclado de residuos, para que el proceso sea más sostenible. Además, las nuevas técnicas pretenden maximizar la eficiencia en el uso de materias primas y minimizar la formación de subproductos nocivos.

Estos planteamientos no sólo reducen el impacto medioambiental de la producción de silicio, sino que también refuerzan la competitividad global de la industria metalúrgica al ajustarse a unas normas medioambientales cada vez más estrictas.